Un hombre a quien se
consideraba muerto fue llevado por sus amigos para ser enterrado. Cuando el
féretro estaba a punto de ser introducido en la tumba, el hombre
revivió inopinadamente y comenzó a golpear la tapa del féretro. Abrieron
el féretro y el hombre se incorporó. «¿Qué estáis haciendo»?, dijo
a los sorprendidos asistentes. «Estoy vivo. No he muerto».
Sus
palabras fueron acogidas con asombrado silencio. Al fin,
uno de los deudos acertó a hablar: «Amigo, tanto los médicos
como los sacerdotes han certificado que habías muerto. Y ¿cómo van a
haberse equivocado los expertos?». Así pues, volvieron a atornillar
la tapa del féretro y lo enterraron debidamente.
Anthony de Mello
Los expertos nunca se equivocan, te lo digo yo que soy un experto.
Para vivir necesitamos datos cuantitativos, necesitamos señales que nos certifiquen que de verdad las cosas existen, que el mundo funciona y no se va a pique, necesitamos mentiras. Necesitamos personas que nos digan que todo va a salir bien, que los gráficos son correctos, que las estadísticas demuestran que era obvio que sucediese aquello, y lo otro, y lo de más allá. Y nos lo creemos porque es lo fácil, aceptar que 2+2 son 4, que la tierra es redonda y el agua polar y que si llueve es por algún motivo atmosférico demasiado difícil de explicar.
Datos datos datos.Siempre habrá explicaciones para todo, pero no podemos vivir creyendo en ellas, porque "no se puede llenar un vaso que ya está lleno", y hay tanto que aprender...
El agua moja, el cielo es azul, la sangre roja. Debemos aprender a forjar nuestro criterio en base a nosotros mismos. Los expertos dicen, los expertos opinan pero son sólo números y palabras, si sólo sirven para callar tu curiosidad y tus ganas de vivir ahí afuera por ti mismo entonces sí, tienen razón, estás muerto.