Para soñar bien, hazlo hacia
delante,
nunca en lo que podría haber sido.
No bucees en lo imposible del
pasado, pues
demasiado peso puede hundirte;
sueña a sorbos, pero
constante,
empujando tus paredes con paciencia,
creciendo al mismo ritmo que tu deseo de
crecer,
pues de lo contrario tu anhelo será tan grande,
que te hará pequeño.
Trabaja, que
un sueño se hace realidad a base de no dormir,
en esta escalada falta más oxígeno cuanto más cerca estás de la cima,
y es duro, diamante en bruto,
pero tú lo eres más.
Recuerda todas esas veces que dijiste ya no puedo
que gracias a que eso fue mentira
hoy sigues aquí.
Llegará un momento
entonces,
en el que el premio te arrastrará a la cima,
la meta tirará de ti con
la fuerza de un planeta,
y sólo tendrás que dejarte llevar,
a donde aún se
cumplen los sueños,
en algún lugar dentro de ti.