miércoles, 21 de mayo de 2014

Excusas

Las excusas son siempre para otros
yo me conozco, y conmigo no las necesito,
sé exactamente dónde quiero amanecer cada día,
sé con total seguridad por qué hago las cosas
o por qué me niego a hacerlas.

Incluso cuando no estoy seguro,
me comprendo sin palabras
y sé dónde mora mi incerteza.

Lo que pasa es que mis razones me valen a mí,
para ti son tibias conexiones cerebrales,
necesitas datos, datos, datos,
¿Por qué?
Datos, datos, datos,
y a veces no tengo nada para darte.

Sólo una corazonada
que si la mides,
es un pitido en una máquina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante iñigo, muy buen final.