miércoles, 1 de abril de 2015

Salmo a teo/ Salmo del triunfador perdido

Aquel que tiene un porqué
puede enfrentarse a todos los cómos. 
F. Nietzsche

En vano trabajan los albañiles
si no siguen los planos del arquitecto,
en vano acarrean comida las hormigas
si no saben dónde está su casa.

Inútil aquel que construye un puente
que empieza en su orilla y acaba en su orilla,
aquel que no apunta al disparar, que no se pregunta
a dónde va,
ni de qué está hecho, ni qué le mueve.

Inútil el que agranda su figura con espejos.

Pues todos esos serán brújulas grandes
con letras grandes y flechas grandes,
pero sólo darán vueltas.

Inerte el que avanza por inercia
y elige el camino fácil porque es fácil,
el camino cómodo porque es cómodo,
el camino recto porque se ve el final.

Ingenuo el que piensa que el sendero le dirá por qué camina,
pues el sendero no da el motivo
el motivo marca el sendero.

Y aquel que tiene un porqué
puede enfrentarse a todos los cómos.

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